Sin pretender formular tediosas definiciones, digamos que la hipertensión arterial es la elevación de la presión sanguínea en forma permanente.
Se trata de una enfermedad que se ha convertido, en las últimas décadas, en una patología que ha llegado a cifras alarmantes, según la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Ahora, el Abeemed se ha convertido en una excelente opción para el tratamiento de esta dolencia, “que gana cada vez más adeptos en todo el mundo”.
Si bien es cierto que los medicamentos convencionales son eficaces, también es cierto que éstos suelen presentar algunas contraindicaciones y, lo que es peor aún, efectos colaterales algunas veces complejos.
Algunas consideraciones sobre la hipertensión arterial
Si no es tratada de manera oportuna, permanente y adecuada, esta patología puede llegar a ser la causa de infartos (al miocardio y cerebrales) o accidentes cerebrovasculares que pueden conducir, incluso, a la muerte.
El chequeo médico periódico es fundamental para detectar esta enfermedad, dado que tiene la peligrosa característica de ser silenciosa, por lo que la podríamos estar padeciendo sin darnos cuenta.
Si tomamos Abeemed con frecuencia, no sólo evitaremos que surja esta enfermedad (y que, por ende, pueda permanecer por un tiempo sin que lo sepamos) sino que nuestro organismo funcionará mejor en todos los frentes.
Que no vaya a ser que el diagnóstico de hipertensión arterial, se presente cuando ya estemos hospitalizados por un infarto al que, milagrosamente, hayamos podido sobrevivir.
Para evitar que esta patología pueda conducirnos a complicaciones mayores, es fundamental el ejercicio periódico, llevar una dieta preferiblemente prescrita por un profesional en nutrición, eliminar el tabaco, etc.
El licor y las grasas son otros dos “enemigos” de la hipertensión arterial.
El papel del Abeemed en el tratamiento de la hipertensión arterial
Este “flagelo” es incurable en la actualidad. No obstante, es posible minimizar sus efectos reales y potenciales. El efecto real más importante, tal vez, de esta enfermedad se constituye por los inconvenientes renales.
A los potenciales, que pueden llegar a ser los más catastróficos, ya nos habíamos referido. Si bien los medicamentos alopáticos suelen presentar buenos resultados, el Abeemed ha surgido como una maravillosa opción para el tratamiento de la enfermedad.
El 50% de los hombres y el 40% de las mujeres (cifras globales) padecen de esta enfermedad que, dicho sea de paso, se presenta cada vez con mayor frecuencia en niños, adolescentes y jóvenes postadolescentes.
El consumo de este producto, desde la niñez preferiblemente, brindará la posibilidad de evitar la aparición de esta enfermedad que tiene, entre sus causas más comunes, el factor genético, el estrés permanente o el consumo frecuente de licor, tabaco, sal, grasas y demás.
Este estupendo producto natural, que es extraído del veneno de las abejas vivas (llamado “apitoxina”), brinda elasticidad a las arterias, al cabo que las desinflama.
Estos dos últimos aspectos, son fundamentales para tratar (no curar) la enfermedad cuando ya ha aparecido. Pero, lo más importante aún desde el punto de vista de la medicina preventiva, es que evita la aparición de la enfermedad misma.
Las apiterapias, no muy conocidas aún en Occidente, consisten en la picadura voluntaria, predeterminada y controlada del veneno mencionado, para diferentes fines curativos y/o paliativos de la artritis, por ejemplo.
Con el Abeemed, en cambio, nadie se verá ya sometido a los dolores que producen las picaduras con el veneno de abejas vivas (llamado apitoxina) que, valga el momento para mencionarlo, es 100 veces más potente que la hidrocortisona.

Su presentación en c ápsulas es inmejorable para el manejo permanente de la hipertensión arterial que, como ya lo habíamos manifestado, puede llegar a ser potencialmente mortal.