El sedentarismo propio de una sociedad cada vez más tecnificada, de un lado, y los inadecuados hábitos alimenticios, de otra parte, son los detonantes más frecuentes de esta peligrosa e incómoda dolencia.
Aspectos generales sobre la obesidad
En vez de ingerir la cantidad de agua diaria recomendada por la medicina desde hace décadas (8 vasos por día), las personas se vuelven cada vez más adictas a las bebidas gaseosas, que contienen grandes cantidades de calorías y carbohidratos.
Ahora, si no acudimos a productos naturales como el Hidroxol, la lucha contra este flagelo será cada vez más complejo, si a los aspectos descritos en el párrafo inmediatamente anterior, le aunamos la baja ingesta de frutas y verduras.
La hipertensión arterial, la diabetes o, lo que es más complejo aún, las dos enfermedades simultáneas, son sólo algunas de las patologías que “se encuentran a la vuelta de la esquina” cuando ha llegado la obesidad.
Si a esta “bomba de tiempo” le sumamos otro factor más, como lo es el aumento en los niveles del colesterol malo y de los triglicéridos, estamos ante la presencia de un paciente en “alto riesgo cardiovascular”, que se puede evitar con el Hidroxol.
El aspecto psico-social es otro ingrediente más para tener muy en cuenta. Quienes padecen de obesidad, suelen sentirse avergonzados de su condición, al cabo que se sienten “señalados” al ser observados y burlados por los demás.
En fin y a todas estas, la obesidad es un problema de salud pública bastante delicado.
Combatir la obesidad con Hidroxol. No descuidar la dieta ni el ejercicio
No debemos perder de vista que, además de todas las causas de obesidad ya mencionadas, existen algunos factores genéticos que no deben ser confundidos con los psico-familiares.
Estos últimos, absolutamente evitables pero, desafortunadamente, bastante frecuentes, consisten en los hábitos alimenticios que los padres (y hasta los hermanos mayores) les inculcan a los hijos.
Y, cuando no se trata de esta inadecuada “educación” alimenticia, casi siempre estamos en frente de la “observación” que el niño hace de sus mayores, desde las edades más tempranas.
De otro lado pero en el mismo orden de ideas, tenemos que no existe una adecuada “educación para el ejercicio”. Todo se deja “al garete” de lo que se le enseñe al menor en el colegio o escuela.
Además, ante la falta de una “adecuada educación para ser padres”, existe la tendencia generalizada a facilitar a los hijos todo tipo de implementos tecnológicos que los “esclavizan” y les desestimula para otras prácticas sanas.
Ahora, si cambiamos todos estos hábitos nocivos por una alimentación balanceada (equilibrada), por la práctica regular de un programa de ejercitación y, además, acudimos al Hidroxol, la obesidad desaparecerá en cuestión de meses (o semanas, incluso).
Desaparecerá con tal rapidez siempre y cuando, eso sí, no se trate de una obesidad mórbida, que es un problema que requiere de un tratamiento bastante especializado y multidisciplinario.
Ahora, tenemos que el exceso de acidez en el organismo, puede ser la causa (o, como mínimo, una de las concausas) de muchos problemas de salud.
Este aspecto fisiológico no ha sido tenido muy en cuenta, tal vez, por la medicina convencional. Y resulta que la obesidad puede tener como causa algún desnivel en el PH de la sangre.
Pero, si llevamos una dieta adecuada (prescrita por un profesional en nutrición), si emprendemos un programa de ejercicios igualmente diseñado por un experto y, además, recurrimos al Hidroxol, el PH de la sangre llegará a los niveles adecuados.

De esta manera, la obesidad se podrá convertir en “un asunto del pasado”.